El Corvette de los años ochenta empezó su camino con el pie izquierdo, ya que debía ser develado en 1983, pero hubo tantos problemas con el desarrollo que su debut no fué hasta 1984. Los ejecutivos de GM fueron aplazando la presentación hasta que se los comió el tiempo, hubo 44 prototipos modelo 1983, pero nunca recibieron la autorización de venderse al público –de hecho, dichos prototipos permanecen en el museo de la planta en donde se fabrica el Corvette en Kentucky- y se dejó de fabricar en 1996. Otro de los temas interesantes con la cuarta generación del “Vette” es el salto cuántico de la mecánica análoga a los procesadores electrónicos, no únicamente en el encendido, sino en muchos más elementos. La construcción siguió siendo de fibra de vidrio, fiel a su tradición.